Paisaje a la acuarela
En este caso, para representar este paisaje, podemos decir que sustituimos el agua por la luz. De esta forma diluimos los colores y creamos la transparencia, dotando al paisaje otoñal de cierto encanto bucólico, no exento de delicadeza y encanto. La técnica empleada para realizar esta fotografía es muy sencilla pues, como decía antes, solo he sustituido el agua y los pigmentos por la luz sobreexpuesta en el sensor de la cámara y los colores ocres de esta maravillosa estación. El encuadre es sencillo, adquiriendo protagonismo en primer plano, la parte del roble que se sitúa a la derecha que, a su vez nos dirige la mirada en busca de las sinuosas siluetas de los robles y sus hojas que se encuentran en segundo plano, al fondo de la imagen.
Canon EOS 7D
Objetivo Canon EF-70-200mm f/4 USM
Velocidad 0,8 seg
F/25
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