La garrapata es un ácaro que se alimenta de sangre y por tanto nos pueden transmitir numerosas enfermedades, algunas son tan graves que pueden causar la muerte. Por tanto, cuidado con ellas en el período comprendido entre primavera y verano, que es cuando son más activas.
Personalmente, en uno de los viajes que he realizado al Parque Nacional de Doñana sufrí la picadura de tres garrapatas en una axila. Me di cuenta de que las tenía enganchadas en la ducha de la noche, pues en aquella época de mi vida me levantaba de madrugada y volvía al hospedaje de noche; momento que dedicaba a la higiene, cenaba y a descansar. Me las quité tirando de ellas con los dedos y creo que realmente lo hice mal, pues recomienda extraerlas con unas pinzas cogiéndola por la boca y tirando suavemente para que no nos regurgite los jugos bacterianos en la sangre, ya que estos son los más peligrosos. Pues algo de eso debió ocurrir, ya que estuve tres días con fiebre en la cama y al final tuve que suspender el viaje y volver a casa para sufrir un tratamiento que terminase con la infección.
La imagen que vemos hoy la he realizado casualmente en estos días, en una zona de la sierra frecuentada por vacas. Estaba realizando fotografías, tumbado en el suelo, a una araña que había capturado un insecto y entonces me percaté de su presencia. Suele ser la estrategia que emplean, suspendidas en la vegetación esperan a que un mamífero pase para engancharse.
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