La vegetación sumergida del río es muy variada, las ovas constituyen praderas que cubren gran parte del lecho del río. Por supuesto, no todas son beneficiosas, pero hay una gran mayoría que aportan oxígeno y aclaran el agua, además de retener entre sus pequeñas raíces los sedimentos del fondo, colaborando a que las aguas no se enturbien.
También hay otras algas bentónicas, que normalmente están en el fondo del cauce, pero cuando emergen y se acumulan en grandes cantidades en la superficie del río son indicadores de una gran contaminación, generalmente producida por exceso de sustancias nutritivas en el agua.
La imagen corresponde al río Tajo, a su paso por Talavera de la Reina.
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