jueves, 5 de octubre de 2017

Tres generaciones




















Tres generaciones de Ciervo ibérico que observan atentamente al fotógrafo. Es posible que no me hayan visto, pues estoy debajo de una encina que tiene muchos chupones (pequeñas encinas que crecen cerca del tronco) con buena cobertura vegetal y mejor camuflaje. El olor me ha delatado. La madre que mantiene en su lomo a dos estorninos se ha quedado inmóvil mirando hacia mi escondite y sus crías, descendencia de dos años anteriores, imitan y observan, como si de la muestra de un perro de caza se tratase. 
Al atardecer comienza el movimiento de los ungulados. Han permanecido echados a la sombra de un árbol durante las horas de más calor, ahora, cuando refresca algo el ambiente, vuelven a la actividad. Es cuando aprovechamos, después de una larga espera, para realizar con buena luz las mejores imágenes.

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