La tela de una araña suele ser casi invisible a la percepción del ojo humano, pero también lo es para muchos insectos mejor dotados visualmente que nosotros que, son atrapados en estas mortíferas espirales. La ciencia nos dice que es más resistente que un cable de acero del mismo grosor, por eso vemos en muchas ocasiones a insectos como libélulas que han sido atrapados en la trampa mortal que tiende la araña. También nos dice la ciencia que es más elástica, lo que se traduce que es capaz de absorber mejor el fuerte impacto de la libélula. En definitiva, creo que si fuésemos capaces de crear un material similar a la seda de la araña, el hombre podría realizar nuevos diseños arquitectónicos, nuevas naves espaciales para realizar más viajes a otros planetas, y quién sabe que más utilidades podría tener, es cuestión de tiempo.
En la fotografía, la magia de las gotitas de agua de rocío desenmascaran la trampa de la araña, avisando a las víctimas de su depredadora presencia.
Canon EOS 7D
Objetivo Canon 180 f/3,5L Macro USM con anillo de extensión Canon EF12 II
Velocidad 1/200 seg
F/11-Flash AV
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