Una simple hoja a primera hora
de la mañana, cuando el sol se manifiesta en el horizonte, esas primeras luces
horizontales que atraviesan miles de pequeñas gotas que se han depositado por el rocío en el
anverso de una hoja. Ese pequeño mundo caótico desde el primer rayo que
atraviesa esa primera gota, hasta el último que ha sido como consecuencia de dejar pasar esa primera luz,
nos advierte de la continua refracción que se produce. Es curioso el observar que, cuando
entran los primeros rayos de sol a las primeras gotitas de agua se forma un
rayo multicolor “arco iris”, pero cuando vuelve a incidir en la siguiente gota, parece que se convierte de nuevo en luz blanca, repitiéndose sucesivamente y de forma
caótica el experimento de Isaac Newton, dando como resultado la imagen que
vemos. Según el lugar que ocupa la gota, dentro de la pequeña profundidad de campo que se ha aplicado, obtenemos resultados distintos. En algunos lugares aparecen
gotas multicolores, mientras que en otros vemos la luz blanca.
El efecto se observa mejor
haciendo la imagen mayor, para esto basta con poner el puntero encima de la
imagen y aplicarlo.
Canon
EOS 7D
Objetivo
Canon 180 f/3,5L Macro USM con anillo de extensión Canon EF12 II
Velocidad
1/200 seg
F/5,6
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